Es duro decirlo, pero lo saben de sobra. A este equipo llegarán muy pocos. Como máximo serán uno o dos los afortunados que darán el salto desde las categorías inferiores a la primera plantilla. Tres sería un éxito espectacular. El resto de futbolistas de éste ciclo acabarán jugando en algún conjunto de primera, segunda o incluso alguno se perderá en los desolados campos de la segunda B. Muy pocos llegan a la cima. Sólo los elegidos.
Durante esta gira Guardiola ha tenido en su disciplina a 31 futbolistas. De éstos, 22 son de la cantera (se les podría añadir Soriano, Carmona y Armando, fichados para el filial). La proporción es muy grande. Es mérito de muchas personas y de la filosofía inamovible de esta entidad. Y de la apuesta del técnico, por supuesto. Viendo la calidad de los chavales, el futuro parece garantizado. Pero que nadie se ciegue ante tanta brillantez.
La cantera nutre al primer equipo, pero a la vez puede ser la solución a los problemas financieros del club. Estos chavales permitirán regenerar a la plantilla y completar el fondo de armario. Pero repito, no caben todos. No vale mirarse en el espejo y decir que guapos somos. En un futbol competitivo como el actual, para seguir ganando, se tiene que ir al mercado para comprar las piezas que no tienes. Y son siempre piezas caras. Por eso, la política del Barça de vender a los futbolistas jóvenes que no tienen cabida en el conjunto de Guardiola a corto plazo es un acierto. Me gusta la fórmula. Ingresas dinero y si el jugador da el salto cualitativo dentro de un par de años, lo recuperas. Pagando más, por supuesto.
Ya iba siendo hora que el Barça supiera vender. Se han dejado ir a muchos jugadores aceptables a precio de saldo.
albert llimós, diari Sport 4.8.11